El presidente Alberto Fernández planteó hoy la necesidad de que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) vayan hacia un acuerdo de asociación que garantice “un desarrollo equilibrado” sobre la base de un intercambio comercial “justo y equitativo, basado en el respeto mutuo”.
El presidente Alberto Fernández planteó hoy la necesidad de que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) vayan hacia un acuerdo de asociación que garantice “un desarrollo equilibrado” sobre la base de un intercambio comercial “justo y equitativo, basado en el respeto mutuo”.
Alberto Fernández pronunció estos conceptos al hablar en la apertura de la III Cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en el Edificio Europa en Bruselas (Bélgica).
Allí, Fernández -quien habló en su carácter de expresidente pro tempore de la Celac- afirmó que “América Latina y el Caribe es una región marcada por profundas brechas socioeconómicas, donde millones de personas enfrentan la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos”.
“Nuestro objetivo primordial pasa por afianzar la integración latinoamericana y caribeña”, indicó el mandatario argentino, y recordó que la pandemia de Covid-19 “demostró la importancia de la solidaridad” entre las naciones de esa región.
Además, puso en valor a la Celac “como mecanismo de diálogo y concertación política, en un contexto en que las instituciones multilaterales fueron puestas a prueba por una crisis sin precedentes”.
Durante su presidencia pro tempore de la Celac, Fernández reseñó que promovió “el relanzamiento del diálogo con la Unión Europea, celebrando en octubre de 2022 la Tercera Reunión de Cancilleres de ambos bloques” en donde se aprobó “la hoja de ruta que pavimentó el camino” que “condujo hasta el encuentro de hoy”.
Indicó que “como el resto del mundo” América Latina y el Caribe debió “enfrentar una crisis en cadena que ha determinado efectos perniciosos” sobre sus sociedades, que “se traducen en un incremento de la inseguridad energética y alimentaria y en un empeoramiento de los principales indicadores sociales”.
El jefe de Estado se refirió, entonces, a los condicionamientos que el fuerte endeudamiento externo heredado del gobierno de Mauricio Macri impuso a la Argentina para enfrentar la crisis global.
Dijo que en el caso de la Argentina “a esa crisis en cascada se sumó al efecto negativo generado por una deuda con el Fondo Monetario Internacional” que su
gobierno “jamás hubiera asumido, pero que afronta con mucho esfuerzo y profunda responsabilidad”.
Y advirtió: “Todos deben saber que estamos convencidos de que ninguna reestructuración de deuda puede marginar a los empobrecidos, ni postergar los sueños ni el futuro de un país”.
Remarcó que el problema de la deuda externa “también atormenta a muchos países hermanos”, para luego señalar que “América Latina y el Caribe es la región más endeudada del mundo en desarrollo”, con un promedio del “77% del Producto Bruto regional” comprometido al pago a acreedores.
En otro tramo de su discurso, el presidente argentino evaluó que el “acto de asociación” entre los países de la Celac y la UE “supone la existencia de partes que se entienden en la búsqueda de un desarrollo equilibrado” que exige que ambas “se beneficien en el acuerdo”, y advirtió que cuando solo lo hace una sola “deja de ser un acuerdo y empieza a parecerse a una estafa”.
“Nuestras regiones deben promover un comercio justo y equitativo, basado en el respeto mutuo”, se dirigió Fernández a los mandatarios europeos.
Precisamente sobre Europa reconoció “valores compartidos” y enumeró que “la promoción y el respeto irrestricto de los derechos humanos y las libertades individuales, la democracia y el estado de derecho son aspectos centrales”.
“Para dar sustento a estos valores y construir sociedades más justas, debemos promover políticas inclusivas que garanticen el acceso igualitario a la educación, la salud, el empleo digno y la protección social”, indicó.
Y agregó: “Es responsabilidad de nuestros gobiernos trabajar en conjunto para garantizar que nadie quede al margen de la sociedad y atrapado en el pozo de la pobreza”.
El mandatario recordó que “este año Argentina celebra los 40 años del restablecimiento de la democracia”, y ratificó el compromiso del gobierno argentino “con la promoción y protección de los derechos humanos como una política de Estado, lo que constituye una parte indisoluble” de la identidad del país.
También habló del impacto del cambio climático como “otro de los temas prioritarios” de la agenda común entre ambas regiones y refirió que “las consecuencias del calentamiento global están afectando de manera desproporcionada” a las regiones expuestas a esos fenómenos extremos.
Fernández ejemplificó que la Argentina “está sufriendo los efectos de la peor sequía que la historia registra desde 1929”.
“Lamentablemente, cada nación que compone nuestra Comunidad, de distintas maneras, se ha visto marcada por este flagelo”, expresó.
“Europa sabe bien que somos proveedores de oxígeno que brindan nuestras selvas, nuestros bosques y nuestros montes; Europa y el norte desarrollado sabe bien que somos acreedores ambientales, aunque nunca hemos sido tratados de ese modo”, puntualizó.
Y dijo que “resulta necesario que el mundo desarrollado cumpla con el compromiso asumido de proporcionar los recursos financieros necesarios” que permitan “desarrollar energías limpias y sustentables”.
Sobre el cierre, Fernández recordó que su primera participación en una cumbre Celac-UE fue como jefe de Gabinete del expresidente Néstor Kirchner, el 12 de mayo de 2006 en Austria, mención que aprovechó para señalar las demoras en el avance de la integración birregional.
“Pasaron ocho años del último encuentro, no puede ser que no convirtamos este encuentro en un punto de inicio de acuerdo entre la Unión Europea y América Latina, al que creo que es posible, máxime que Jorge Luis Borges inspira a los europeos tantas veces”, enfatizó tomando las alusiones al escritor argentino hechas antes en sus discursos por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; y el presidente de España y titular del Consejo de la Unión Europea, Pedro Sánchez.
Sánchez citó una frase de Borges referida a “la extraña resolución de ser razonables” para vincularla a la idea de alcanzar acuerdos entre ambas regiones.
En la apertura de la sesión, Michel también había nombrado a Borges y luego agradeció al mandatario argentino y al presidente de San Vicente y Las Granadinas y titular de la Celac, Ralph Gonsalves “por su colaboración estrecha para fijar un escenario para realizar una cumbre exitosa”.
Borges también fue invocado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que habló inmediatamente después que Fernández, y también sumó en su discurso al colombiano Gabriel García Márquez y al brasileño Vinicius de Moraes, sobre quien citó una frase con la que convocó a la integración: “Estamos destinados a estar juntos”.